La Movilidad en la empresa, mucho más que una tendencia

Ante la avalancha de los dispositivos conectados, el gran reto en las empresas es conseguir una gestión eficiente del ecosistema móvil atendiendo a aspectos clave como la seguridad, la capacidad de red y la privacidad de los datos.

Las empresas son cada vez más móviles. Corrientes como Bring Your Own Device (BYOD) o Bring Your Own Applications (BYOA) han llegado para quedarse y las compañías han ido asumiendo su influencia con la gestión de dispositivos móviles personales y aplicaciones móviles para su uso corporativo.

La movilidad ha trascendido el BYOD porque los trabajadores no sólo quieren escoger el dispositivo con el que se sienten más cómodos, sino los servicios y las aplicaciones que les hacen ser más productivos.

Por eso se ha dado el salto hacia la gestión de la movilidad empresarial, una movilidad que conlleva una serie de retos. Quizás el más obvio es el de la seguridad, pero no hay que olvidar que los dispositivos móviles también impactan en las redes de las empresas y que éstas necesitan de mayores recursos para soportar varios dispositivos conectados por empleado y garantizar la privacidad de todos los datos.

Además, la irrupción de los ‘wearables’ y el Internet de las Cosas plantea grandes interrogantes a la movilidad en la empresa y las estrategias que deben afrontar las organizaciones.

Estas y otras cuestiones se han abordado en el debate que NetMedia Europe ha organizado con tres expertos del sector: Juan Polo, director de movilidad profesional de Intel EMEA; Alfonso Sanz, responsable de desarrollo de negocio de movilidad de HP Services; y Jesús González, Country Manager de Aerohive.

Productividad, flexibilidad y ahorro de costes

En la adopción del Enterprise Mobile Management, Juan Polo, de Intel, ha apuntado que BYOD es una tendencia que no va a desaparecer y que al mismo tiempo las empresas empiezan a gestionar creando un conjunto de procesos para que la utilización de los dispositivos propios en el trabajo pase a formar parte de la movilidad empresarial como tal.

Las empresas están empezando a tomar conciencia de la problemática que es que los empleados y colaboradores utilicen sus propios dispositivos móviles para trabajar.

“Es una decisión importante y estratégica para las compañías y su principal objetivo es tener la capacidad de gestionar estos dispositivos, controlar la seguridad, los accesos, las aplicaciones, en definitiva, todo lo que conlleva que un dispositivo que no está homologado o concebido inicialmente para conectarse a los sistemas corporativos pueda hacerlo”, ha afirmado Alfonso Sanz, de HP.

Por su parte, Jesús González, de Aerohive, ha manifestado que la movilidad es una carrera imparable en la que hemos dado los primeros pasos, pero que todavía queda mucho para llegar a una movilidad empresarial que esté totalmente desplegada y que sea real.

Entre las ventajas de la movilidad empresarial, los directivos han destacado el incremento de la productividad de los empleados y la flexibilidad que las empresas pueden otorgarles para gestionar su tiempo y sus funciones.

También, un ahorro de costes para las entidades en la adquisición de dispositivos; aspectos muy positivos en la comunicación y las redes sociales para la gestión del conocimiento en la empresa; y el impulso de procesos de automatización.

Por otro lado, la movilidad empresarial obliga a hacer inversiones importantes y a desarrollar nuevos servicios y capacidades que hasta ese momento no estaban contempladas. Además, hay aspectos normativos, de riesgo, que las empresas tienen que manejar y repercute negativamente sobre los departamentos de TI, que se encuentran con una amalgama de dispositivos muy heterogénea que deben gestionar.

“Lo importante es saber gestionar bien la movilidad para que sea realmente eficiente. Esto conlleva tomar las medidas necesarias para que, tanto si los dispositivos son corporativos como personales, en el entorno laboral solo se apliquen para unas funciones determinadas”, ha aclarado Jesús González.

Definir las oportunidades de movilidad

El responsable de Aerohive ha señalado que lo primero que deben tener en cuenta las compañías para adoptar una gestión de movilidad empresarial es implementar una guía de ruta para implantar una solución que se ajuste a las necesidades.

“Habría que definir qué queremos hacer y qué tipo de dispositivos se van a utilizar y gestionar. A nivel de planificación de redes es necesario determinar no solo la cobertura sino cómo dimensionar su capacidad, que a día de hoy es el principal reto”, ha concretado.

Para HP, la clave está en analizar las problemáticas y ver cuáles son las inversiones adecuadas para obtener realmente una ventaja; y para Intel, en definir las oportunidades y necesidades del negocio para determinar dónde hay posibilidades de movilidad y a partir de ahí montar la arquitectura de gestión.

Uno de los puntos cardinales a la hora de planificar la movilidad empresarial deben ser las redes inalámbricas. De acuerdo con Gartner, el 80% de las redes desplegadas recientemente en 2015 van a sufrir problemas de saturación ante la explosión de los dispositivos conectados que estamos viviendo.

Las empresas empiezan a tomar conciencia de ello y dentro de sus presupuestos la inversión en WiFi y desarrollo de redes inalámbricas ocupa el cuarto lugar, por detrás de la seguridad de red, monitorización de red y el redimensionamiento de los CPD.

En cuanto a la seguridad, debe ser una estrategia transversal a todo, entornos cloud, de movilidad, etc. y resulta determinante en las estrategias BYOD. Los expertos en este debate han apuntado el nuevo alcance de la seguridad inmersa en el chip.

De cara al futuro, la próxima generación de movilidad, que es el Internet de las Cosas, va a suponer aún más número de dispositivos e información en la red, lo que implicará más necesidades de gestión a los negocios y usuarios.

Habrá sectores para los que suponga una revolución total y absoluta y en muchos casos cambiará la forma de trabajar con sus instalaciones y dispositivos.

El Internet de las Cosas aportará una cantidad ingente de datos y uno de los retos para las compañías será disponer de soluciones que sean capaces de leer esos datos, gestionarlos y sacarles valor.