Cuando cultivar lechugas se convirtió en una innovación tecnológica

Fujitsu ha ideado un método de producción agrícola en plena Fukushima, combinando sensores y la tecnología de cloud computing, que germina lechugas bajas en potasio y “de alta calidad”.

Vender lechugas. Lechugas. Y más lechugas. A eso podría dedicarse perfectamente Fujitsu si le apeteciese cambiar de rumbo de una forma radical y sorprendente, o si no fuese ya una compañía asentada en el mercado internacional. Nos referimos a vender este tipo de vegetales como propuesta principal de su línea de productos, porque de hecho la firma japonesa ya está inmersa en el cultivo de sus propias lechugas y tramitando pedidos para aquellos que quieren probarlas.

EmyCabinetFolderGetDocImage4so sí, sus lechugas son diferentes. Frente a los 490 microgramos de potasio que este alimento suele contener por cada 100 gramos, las lechugas de Fujitsu se quedan en un mínimo de 100 microgramos. Quizás la diferencia para ti no sea decisiva, pero sí que puede suponer una gran diferencia para personas con problemas renales a cuyo organismo les cuesta controlar los niveles apropiados de potasio, con el riesgo que esto supone para otros órganos vitales como el corazón.

A día de hoy, para combatir la presencia de potasio, estos enfermos tienen que vigilar la preparación de  los vegetales, dejándolos en remojo durante unas cuantas horas con cambio de agua incluido o cociéndolos más de una vez. Pero las nuevas lechugas tienen el potencial de ser ingeridas tal cual, hasta el extremo de que Fujitsu asegura que no necesitan siquiera ser lavadas antes de consumirlas. Esto es así porque se cultivan en un ambiente limpio, aprovechando la experiencia previa del equipo de Fujitsu con semiconductores.

Sensores y la nube como sustrato

Concretamente, este gigante asiático dedica a la producción de hortalizas hasta 2.000 metros cuadrados de unas instalaciones que eran totalmente estériles. En ellas se fabricaban productos electrónicos como procesadores para dispositivos móviles. Los chips han sido desplazados aquí, pero sólo para incorporarlos a modo de sensores a través de las filas y filas de lechugas que ocupan su lugar con la misión de recolectar datos sobre su evolución. Dichos datos son analizados y, en base a los resultados, se realizan correcciones en el cultivo.

myCabinetFolderGetDocImage3También entra en juego una plataforma de cloud computing llamada Akisai que es capaz de evaluar temperatura, humedad y fertilización para dilucidar cuáles son las condiciones más propicias para el crecimiento de las lechugas. En resumen, Fujitsu está demostrando que es posible innovar en sectores a priori alejados de los avances que ofrecen las famosas tecnologías de la información y la comunicación. Como dice su presidente, Masami Yamamoto, básicamente “el mensaje es que Fujitsu, una compañía de TIC, se las ha arreglado para producir lechugas de alta calidad”.

“Hemos decidido desafiarnos a nosotros mismos y ver en qué medida las TIC pueden ser realmente útiles y rentables“, insiste Yamamoto, que a tenor de los resultados invita a imaginar “lo que una empresa agrícola puede hacer para volver rentable su negocio con la aplicación de tecnologías” como ésta. La agrícola es “una industria donde la gente todavía basa su trabajo en el conocimiento, la sensibilidad y la intuición”, explica el directivo. Sin embargo, hay lugar para el cambio. Y “los países desarrollados se están uniendo a esta tendencia”.

¿El renacer de Fukushima?

En cierto modo, los experimentos de la empresa de Yamamoto en este terreno pueden verse como una respuesta a la crisis alimentaria, además de mejorar la salud y la calidad de vida de alguna gente. También podrían dar una segunda oportunidad a Fukushima. Y es que es ahí, en el mismo lugar en el que se produjo el desastre nuclear en 2011, donde Fujitsu ha querido plantar la primera de sus “Kirei Yasai” o “verduras limpias”. No exactamente en el mismo punto, pero sí en la ciudad de Aizuwakamatsu, al oeste de la prefectura de Fukushima.

myCabinetFolderGetDocImage2Eso por no hablar del dinero que el invento tiene potencial para mover. Según cálculos de sus creadores, las ventas de vegetales de este tipo llegarán a los 2,87 millones de euros en 2017. “Ésta es una manera de demostrar que estamos seriamente comprometidos con las soluciones agrícolas”, asegura el presidente de Fujitsu. “No sólo en Japón, sino en todo el mundo”. Y es que la presencia de la compañía se extiende por un centenar países en los que más de 162.000 personas trabajan a sus órdenes.

Uno de ellos es España, donde lleva asentada 41 años y donde piensa seguir aportando su impulso particular. “El mercado europeo tiene un gran valor, así que vamos a seguir invirtiendo”, defiende Yamamoto. “Fujitsu no tiene una solución de recuperación para la economía española, sin embargo, creo que podemos trabajar en estrecha colaboración con empresas españolas para aumentar su valor y su competitividad“. Entre otras cosas, porque nuestro país es puente de acceso a Latinoamérica.

La importancia del ser humano

La fórmula que Masami Yamamoto pretende utilizar en el futuro es aquella que erige al hombre como centro de la innovación tecnológica, en un mundo cada vez más conectado. “La clave está en ofrecer esta conectividad y servicios orgánicos a los consumidores”, comenta. “Ya no hablamos de productos individuales. Hablamos de conectividad ecológica” y de alimentar desarrollos disruptivos que sirvan para dar solución a problemas de la sociedad actual, como el crecimiento demográfico imparable, el envejecimiento de la población o la globalización, por ejemplo.

IMG_6454“Fujitsu tiene como objetivo crear un futuro más seguro y próspero”, declara el máximo representante de la firma nipona, “por lo tanto, Fujitsu estará aún más enfocado a esta innovación humano-centrista” de ahora en adelante. ¿Cómo? Con la ayuda de sus cuatro centros de investigación y desarrollo, establecidos cerca de Tokio, en Kawasaky concretamente, además de en Pekín, Texas y Londres. Y, por supuesto con una fuerte inyección monetaria que se estima en 214 millones de euros anuales. De ellos, la mitad se dirige a indagaciones avanzadas; el 30% a lanzamientos a corto plazo; y el resto a tecnologías futuras.

Este reportaje está basado en una serie de artículos publicados por nuestra compañera Susana Marvão, de B!T Portugal, que ha asistido al Fujitsu Forum Tokyo 2014 y ha entrevistado al presidente de la compañía, Masami Yamamoto.