Paneles solares más baratos gracias a la nanotecnología

Investigadores norteamericanos han descubierto una nueva forma de diseñar campos eléctricos para “dopar” cualquier tipo de material semiconductor, incluidos los óxidos metálicos, sulfuros y fosfuros.

Si hay dos handicaps que siguen obstaculizando la adopción masiva de la energía solar como fuente sostenible, ésos son la necesidad de almacenamiento extra y el elevado precio de los paneles. Y, si hay una razón por la cual el coste no es precisamente barato es porque resulta bastante complicado extraer la corriente eléctrica de los semiconductores y sólo se puede usar un número limitado de materiales, especialmente silicio.

Pero un nuevo descubrimiento en este campo podría potenciar la eficiencia de la energía fotovoltaica, al permitir el uso de prácticamente cualquier material semiconductor. Esto es, óxidos metálicos, sulfuros, fosfuros y demás elementos de bajo coste y abundantes incluidos.

Tradicionalmente, las células solares se construyen con silicio y son modificadas con productos químicos mediante lo que se denomina un proceso de “dopaje”, y así generar la fuerza motriz necesaria para extraer energía de las mismas. Algo que nunca habían sido capaces de resistir los materiales más baratos. Y precisamente esto, la posibilidad de dopar otros materiales, es lo que ha cambiado con las investigaciones del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley y la Universidad de California.

¿Cómo lo han hecho? Aplicando un campo eléctrico en vez de química. El planteamiento no es nuevo, pero hasta ahora los diseños de electrodos existentes eran incompatibles con las fotocélulas.

“El grafeno fue la inspiración”, explica uno de los líderes del proyecto, Will Regan, tal y como recoge Wired. El grafeno es un material altamente conductor, compuesto por una lámina de carbono con un sólo átomo de grosor y que puede ser influenciado con el juego de campos eléctricos. De este modo, los científicos han descrito dos formas de construir los electrodos: uno con el propio grafeno y otro con nanocables muy estrechos. ¿Habrá llegado la hora de la energía solar?